Buscar los mejores horizontes de progreso significa necesariamente, invertir en crear capital social formando recurso humano, que luego de manera responsable se empodere de su entornos y comiencen las transformaciones locales necesarias, pues el cambio de las realidades sociales comienza inicialmente con una revolución interna en la conciencia, que le permite al sujeto avanzar en su proceso de auto valencia, esto significa ser un motor en la comunidad, sea mediante la creación de unidades locales productiva o fomentando la participación en distintas áreas. Ello es uno de los valores y deseos que aspiramos, fomentamos y consolidamos, en nuestra fundación AIRE LIMPIO la cual presido, y desde donde nos hemos trazado una ambiciosa carta de navegación con los vecinos de nuestra ciudad, buscando resaltar las potencialidades que cada ser humano, y la forma en que estas son capaces de ser entregadas a su entorno, pues la participación de la comunidad viva, es el eje fundamental, con el cual combatir la enajenación aislacionista y el egoísmo enfermizo, que algunos gustan de mantener, nuestro deber como institución con mas de dos años de antigüedad, es remar en sentido contrario a los deseos del individualismo del demencial neoliberalismo y los ideólogos del neo-tecnologismo, carentes ambos de alma y sensibilidad social.
La única estrategia de desarrollo validamente humana, es gastar los recursos del Estado en promover la grandeza del individuo y alimentar sus sueños, un país no es mas que otro, por disminuir la brecha tecnológica entre sus habitantes, antes de ello, hay que disminuir la brecha del hambre entre los seres humanos que pisan un mismo suelo. Las fortalezas de un pueblo no pasan por su capital o sus millones guardados en oscuras bóvedas, pasan por su capacidad de soñar con valles más fértiles, donde la distribución de los frutos sean iguales, y no por cercar el valle y amedrentar a punta de balas a todos los que intentan rescatar los humildes frutos maduros que en el suelo se pudren, los equilibrios de mercado, la mala distribución de la riqueza, el egoísmo anti humano del neoliberalismo, son las cercas con púas y las balas que impiden que muchos que lo necesitan puedan coger eso frutos jugosos que son propiedad de todos. Pero este imperio de avaricia y de narcisismo de los patriarcas de la codicia, en muchos lugares esta tambaleando, somos muchos los que nos revelamos a la subyugación del poderoso y las amenazas del mentiroso, y optamos luchar por la revolución de la solidaridad, con las armas de la no violencia y la tolerancia por el respeto a la diversidad .
La única estrategia de desarrollo validamente humana, es gastar los recursos del Estado en promover la grandeza del individuo y alimentar sus sueños, un país no es mas que otro, por disminuir la brecha tecnológica entre sus habitantes, antes de ello, hay que disminuir la brecha del hambre entre los seres humanos que pisan un mismo suelo. Las fortalezas de un pueblo no pasan por su capital o sus millones guardados en oscuras bóvedas, pasan por su capacidad de soñar con valles más fértiles, donde la distribución de los frutos sean iguales, y no por cercar el valle y amedrentar a punta de balas a todos los que intentan rescatar los humildes frutos maduros que en el suelo se pudren, los equilibrios de mercado, la mala distribución de la riqueza, el egoísmo anti humano del neoliberalismo, son las cercas con púas y las balas que impiden que muchos que lo necesitan puedan coger eso frutos jugosos que son propiedad de todos. Pero este imperio de avaricia y de narcisismo de los patriarcas de la codicia, en muchos lugares esta tambaleando, somos muchos los que nos revelamos a la subyugación del poderoso y las amenazas del mentiroso, y optamos luchar por la revolución de la solidaridad, con las armas de la no violencia y la tolerancia por el respeto a la diversidad .Levantemos la revolución del amor, armemos nuestros corazones con municiones de solidaridad por todos los que sufren injustos apremios, por el enfermo y el mendigo, por el poderoso moralmente menesteroso, aglutinemos legiones de bondadosos que marcharemos en pos de la desmantelación de los castillos del egoísmos, donde habitan los señores feudales del dinero, hediondos a injustita social.
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