lunes, 16 de noviembre de 2009

El verdadero Trabajo.

No es en las grandes acciones en donde se hace notar, sino en esos pequeños momentos cotidianos, en donde se evitan las más intrascendentes mentiras, en donde doblega la voluntad de su materia para ponerla al servicio de su voluntad espiritual, en esos momentos cotidianos en donde caminando por la calle respetas las hojas de los árboles, evita pisar una hormiga y sonríe a la vida aunque nadie lo esté mirando, esos chispazos de espiritualidad, que unidos todos juntos van construyendo una vida de luz son los que dan la personaldiad al discípulo, esos son los pequeños grandes momentos que van haciendo que una persona común se agigante y convierta en un noble ser humano.Observar y cuidar los momentos personales privados, cuidar los pensamientos y las acciones, actuar en todo momento de acuerdo a sus valores espirituales, prodiguar sonrisas, y vigilar las más pequeñas acciones que estén de acuerdo con los grandes valores del espíritu, y poco a poco se irá escalando el sendero que conduce a la realización personal.Las pequeñas batallas son a veces más importantes que las grandes, pues cunado te has vencido miles de veces en las pequeñas decisiones, llega a los grandes momentos prácticamente con la batalla ganada.
Una gota pequeña pero constante es capaz de partir la más dura roca que ha obligado a un río a doblegarse.Así pues, construir un futuro espiritual basado en las pequeñas grandes acciones, y en el silencio de su vida, se estará construyendo el futuro glorioso que después se habrá de colocar al frente de multitudes para el cumplimiento de grandes misiones.